Cada vez son más las personas que deciden aportar a su hogar un gusto provenzal, propio de esas casas cálidas en las que apartamos de nuestra mente el mundanal ruido, para descansar y disfrutar de la naturaleza. Y es que la madera es el material que más puede acercarnos a este concepto. Es fácil aportar a nuestro dormitorio un aire diferente con un conocido mueble: el escritorio. Los escritorios aparecieron hace cinco siglos junto con la difusión de la escritura manual, algo reservado hasta entonces para unos pocos iniciados. En la actualidad, todos podemos disponer de uno, y existen tantos modelos y tamaños que nos será fácil ubicar el que mejor se ajuste a nuestras necesidades en cualquier punto de la casa, incluso en nuestra habitación.
El material ideal
El abanico de materiales con los que actualmente se elabora este tipo de mobiliario es muy variado. Podemos encontrar desde un escritorio de mimbre con tablero de vidrio, hasta uno fabricado de metal, mucho más moderno que el anterior. En función del ambiente en el que vaya a implementarse, elegiremos el material más adecuado a cada rincón. Sin duda, los fabricados con madera maciza de palisandro son una alternativa opción para la alcoba.
Los confeccionados siguiendo técnicas artesanales y utilizando maderas macizas, resultan especialmente atractivos. Por ello, las imperfecciones que se pueden observar en la madera a simple vista son una característica genuina de este tipo de productos. Un pequeño consejo: es esencial que dediquemos unos minutos a cuidar de nuestro mueble aplicando una pequeña cantidad de ceras naturales con un trapo. De esta manera alargaremos su vida, luciendo como nuevo durante años.
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