viernes, 30 de marzo de 2007

¿Cómo distribuir tu cocina? (2)

Ganando espacio
La forma en “L” es muy popular por la facilidad de adaptación que tiene al dejar un espacio abierto en el que podremos situar mesas y sillas si recibimos visitas. Además, al eliminar zonas de paso, maximiza el aprovechamiento del espacio y reduce la distancia que recorremos. Para separar fregadero, placa y frigorífico utilizaremos zonas de preparación entre medias.

La cocina en “U” es la indicada para las habitaciones rectangulares y amplias. Aprovechando tres de sus paredes construiremos un gran espacio en el que movernos con total libertad, con una división clara entre las distintas zonas pero comunicándolas perfectamente entre sí. La capacidad de almacenaje es elevada al facilitar la colocación de numerosos muebles a lo largo de la “U”.

La opción más atractiva
Para aquellos que puedan permitírselo, añadir una isla, es decir, una zona independiente del resto, es una solución idónea por varias razones. Facilita la comunicación entre el cocinero y los comensales, podrá albergar un área de trabajo o un fregadero en perfecta armonía con el resto de elementos y es la alternativa con mejor resultado desde el punto de vista estético.

Una variante de este concepto es la península. En este caso la zona mantiene la conexión con el resto de la cocina y resulta accesible desde sus dos caras, por lo que añade una nueva zona de almacenaje, ideal para aquellos que necesiten un rincón extra en el que guardar los utensilios del día a día. Si situamos la campana en esta zona hay que tener en cuenta que colgará directamente del techo.

Recuerda que el aspecto útil es el que debe primar a la hora de ubicar los distintos componentes de modo que cocinar sea lo más sencillo, seguro y agradable posible. Sin embargo, no desestimes el lograr también una composición armónica y estética que deslumbre a tus invitados cuando les invites a cenar.

miércoles, 28 de marzo de 2007

¿Cómo distribuir tu cocina?

Muchas veces solemos centrar nuestra atención en el salón o en las habitaciones a la hora de diseñar nuestra casa, olvidándonos de la cocina. Sin embargo, la distribución de ésta es sumamente importante y complicada, pues debe ser a un mismo tiempo útil, cómoda, segura y lo más estética posible.

Para que consigas todo esto hemos preparado unos consejos en los que incluimos las distintas partes de las que consta una cocina, las advertencias básicas que nunca está de más recordar y las distribuciones más utilizadas para que saques el máximo rendimiento al espacio del que dispongas.

Por partes
Las diferentes zonas que conforman esta estancia son la de cocción, la de trabajo, la de fregadero y la de almacenaje (especialmente importante para aquellos que no cuentan con una habitación auxiliar a modo de despensa). Lo ideal será crear un espacio que permita ir de la alacena a la de lavado y luego a la de fuegos, facilitando la movilidad.

Ubicar fregadero y lavavajillas próximos entre sí te evitará muchos problemas. Tampoco olvides alejar la zona de trabajo al menos medio metro de la del fuego a fin de prevenir accidentes innecesarios. Situar el horno a 60 cm. de altura impedirá que derrames líquidos. Dejar al menos 70 cm. para la apertura del lavavajillas te librará de incomodidades a la hora de utilizarlo.

Por clases
Los tipos de cocina más frecuentes son: el lineal, en paralelo, en forma de “L”, en forma de “U”, con isla y con península. El primero de ellos está recomendado para habitaciones estrechas en las que estemos obligamos a exprimir cada centímetro. Su principal inconveniente reside en que los paseos pueden hacerse muy largos y tediosos. Para paliar este problema situaremos el fregadero en el medio, acortando las distancias.

La disposición en paralelo es la predilecta para muchos profesionales de los fogones, así que la verás habitualmente en los programas de televisión. Aporta una ingente cantidad de espacio pero evitando muchos desplazamientos innecesarios. Recuerda que has de dejar al menos 1,20 m. de separación para que los muebles enfrentados puedan abrirse sin problemas. También deberás situar en el mismo lado las zonas de limpieza y cocción para reducir el riesgo de accidentes.

lunes, 26 de marzo de 2007

Materiales y colores para tu salón

Materiales
Para lograr amplitud cuentas con un sinfín de posibilidades. Los materiales que más te ayudarán en tu tarea son el acero y el cristal. El primero dotará de un aspecto moderno y actual a tu salón. Pese a su robustez no deberás temer que resulte pesado, ya que un correcto empleo producirá un efecto de ligereza. Buen ejemplo de ello son las cada vez más populares sillas con esqueleto de acero.

El cristal resulta ideal para que tu salón respire y sea luminoso. Su capacidad para dejar que la luz pase a través de él hará que aproveches al máximo la iluminación de la que dispongas. Una idea que puede resultarte muy útil es combinar ambos materiales en un único mueble, ya sea en una mesa, en una estantería o en un práctico mueble-bar, potenciando sus características mutuamente.

Si tienes la posibilidad de hacerlo no dudes en colocar un amplio ventanal con vistas a la ciudad, especialmente si gozas de una buena vista de la misma, de su tráfico o de alguna calle concurrida. Este truco te servirá para, a la vez que refuerzas el ambiente urbano y cosmopolita del salón, recordar la paz y la tranquilidad que estás intentando crear en la estancia, en contraste con el caos reinante fuera de ella.

Los colores apropiados
La pureza que transmitirá tu salón has de lograr conservarla a la hora de elegir los colores que lo vestirán. Para ello, lo más sencillo y efectivo es que emplees tonos neutros: blancos, negros, grises, beiges… La combinación entre ellos, además de elegante y vistosa, es muy sencilla, y te permitirá jugar con atractivos contrastes manteniendo la armonía del conjunto.

El blanco será, por norma general, el que predomine en la mezcla, facilitando la luminosidad y favoreciendo la continuidad visual. El negro es un color cada día más presente en la decoración, sobre todo en estilos vanguardistas y actuales, haciéndose prácticamente imprescindible en las grandes urbes. El gris te permitirá hacer composiciones más variadas y graduales.

Como puedes suponer, no deberás abusar del empleo del color ni de adornos o detalles innecesarios o superfluos. Un buen ejemplo es la ausencia absoluta de estampados en las actuales casas en la ciudad. Si bien éstos son de gran utilidad en el rústico o el clásico su efecto es totalmente contraproducente en aquellos hogares que desean ser muestra de puesta al día y modernidad.

viernes, 23 de marzo de 2007

Los mejores materiales para exteriores

Cuando nos planteamos la decoración de los espacios que rodean la casa, tenemos que considerar varios factores. Uno de los primeros es adecuar nuestras intenciones a la cantidad de espacio con la que contamos para lograr cierta armonía visual. Podríamos cometer el error de querer meter demasiadas cosas en el jardín, lo cual produciría un efecto de saturación; justo lo contrario que se quiere conseguir.

Así pues, aprovecharemos el terreno de una forma inteligente dando prioridad a los detalles. Es mejor lucir pequeños núcleos de interés equilibradamente dispuestos que cargar demasiado el ambiente sin orden. Este fin es fácil de alcanzar por ejemplo, si la parte más cercana a la pared de casa es convertida en un comedor al aire libre. Lo único que tendremos que hacer será adquirir un conjunto de mesa y sillas. Si necesitamos este espacio de día, cuidaremos de comprar mobiliario plegable.

Al margen de las cuestiones estéticas y de estilo, existe una cuestión que se suele pasar por alto incluso después de haber adquirido todo el mobiliario y el resto de accesorios de exterior. La mayoría no considera las condiciones climáticas de la zona en la que habitan y se lanzan a la compra de muebles que, una vez instalados, no resisten las inclemencias del tiempo ni el paso del mismo.

Las maderas más recomendables
Si existe un material utilizado hasta la saciedad en la industria del mueble, ése es la madera. Los diferentes tipos de esta materia prima tienen características propias así que tendremos que tener en cuenta que no todas las maderas son iguales en resistencia. Lo que buscamos en el exterior son muebles que permanezcan fuertes ante las condiciones adversas que se puedan presentar como sol intenso o lluvia.

De cara a la intemperie, el pino o la haya son impensables. Su delicada composición no soporta la acción de los agentes externos y pronto veríamos cómo se afea su apariencia exterior. Tendríamos que invertir en protectores como barnices o ceras para mantener la belleza natural de estas maderas. Si queremos ahorrarnos esfuerzos y disgustos, lo mejor es adquirir muebles en madera con el poro más cerrado como el orinoco, la bubinga o la solicitada teca.

La madera de teca es una de las más estables y, en consecuencia, una de las más utilizadas en todo el mundo. La especie Tectona grandis es la encargada de suministrar la madera con la que después se construirán multitud de objetos. Los núcleos más importantes se localizan en Tailandia, India, Birmania e Indochina. Comparada con otras maderas, supera en peso a la caoba mientras que el roble es más ligero que ella.

La forja en el jardín
El hierro forjado es muy apreciado por la versatilidad con la que se adapta tanto a espacios interiores como a exteriores. Desde románticos cabeceros de cama hasta elegantes celosías, pasando por perfecto anfitrión de comidas celebradas en el jardín. Por otro lado, su probada resistencia al uso y al paso del tiempo, lo ha convertido en protagonista excepcional de un gran número de exteriores.

Además de tener la moda actual de su lado, la forja nos concede otra gran ventaja relativa a su conservación. El mantenimiento del mobiliario realizado en hierro forjado es el que menos esfuerzo nos exigirá para lucir siempre en perfecto estado. Podemos aprovechar la llegada del otoño para lijarlo y aplicarle una capa de antioxidante. En función de la zona en la que vivamos, tendremos que darle una mano de pintura cada año y medio-dos años.

Aunque al principio puede resultar poco cálido, el hierro forjado es más confortable de lo que pensamos a primera vista. Lo único que tendremos que hacer para aportarle un toque personal es combinarlo con tapicería. El catálogo de telas disponibles dentro del mercado es muy amplio, pero siempre realizaremos nuestra elección basándonos en el criterio de la calidad. Si aún así no nos convence, apuntaremos al mimbre y otras fibras naturales pero tendremos que protegerlas bajo un toldo o pérgola.

lunes, 19 de marzo de 2007

Trucos para lijar madera maciza

1. Lijar bien

2. Dar una o dos manitas de selladora del mismo color que la pintura o alguno muy parecido

3. Dar dos capitas de esmalte, ya sea acrílico o sintético. Los acabados son una cosa más estética: brillante, satinado o mate. En cuanto al tipo, decidir si va a ser interior (acrílico) o exterior (sintético).

Entre capa y capa de selladora o esmalte hay que lijar con una lija finita y limpiar bien el polvito que suelte. Para que te quede bien pinta con un rodillito, las esquinas con brocha. Para el polvo, un paño ligeramente humedecido.

miércoles, 14 de marzo de 2007

Arenas de colores

Los trabajos con arenas de colores se han realizado siempre pero no al nivel que se vienen haciendo ahora, gracias a la comercialización de materiales desarrollados específicamente para este trabajo.

Materiales necesarios:

  • Arenas de Colores: Podemos comprarlas directamente. Se presentan en 31 colores, con un tamaño de grano y una tinción y fijación especialmente pensados para estos trabajos. Otra opción es teñirlas nosotros mismos, para lo cuál necesitamos primero recoger o comprar arena y después seleccionar el tamaño de grano adecuado con tamices. De esta manera nunca nos quedará tan uniforme como la que compramos y el trabajo es tedioso. También podemos recurrir a teñir sal con tizas de colores. Aunque el resultado dista mucho del obtenido con las arenas puede ser una buena solución para algunos trabajos. Por ejemplo para hacer el frasco de arenas de colores con niños queda bastante bien. Si queremos trabajos artesanales de calidad o hacer cuadros utilizando arenas en vez de pintura la mejor opción es sin duda comprar las arenas teñidas.
  • Papel Polyphan: Para que las arenas se queden pegadas hay que usar una lámina de papel Polyphan. Tiene una capa protectora, sobre la que realizamos el dibujo y cortamos después con un cutter, y una capa adhesiva múcho más dura y difícil de cortar sobre la que se van pegando las arenas. El papel Polyphan se presenta con dos caras adhesivas o con una. Otra opción más barata pero más difícil de trabajar es el papel de forrar libros autoadhesivo. Es parecido en base al polyphan, pero la parte plástica de abajo es muy fina y se raja enseguida, estropeándose el trabajo irremediablemente. Nos puede servir en trabajos pequeños, fáciles y en los que no queramos una gran calidad.
  • Cutter: En estos trabajos la precisión en el corte es fundamental y necesitaremos un cutter tipo bisturí, no debemos conformarnos con un cutter de segunda porque se notará mucho en el resultado final.
  • Alfombrilla de corte: Nos puede resultar útil tener una superficie sobre la que cortar por si nos pasamos y para hacerlo más cómodamente.
  • Dibujos: Para hacer nuestros cuadros o apliques necesitamos un diseño. Podemos dibujarlo directamente en el papel Polyphan, que viene a cuadros para facilitar esta tarea. Resulta por tanto muy fácil hacer diseños geométricos o pintar a mano alzada. También podemos partir de un diseño de un libro o revista y calcarlo con papel de calco negro sobre el Polyphan.
  • Barniz Fijador: Al finalizar el trabajo es necesario aplicar un fijador para que las arenas no se despeguen. Se puede usar un fijador para pastel o carboncillo, pero el mejor resultado se obtiene usando el barniz específico para trabajos con arenas de colores.

Ideas de trabajos: Se pueden hacer cuadros espectaculares con esta técnica. También se pueden hacer apliques usando el papel Polyphan de doble cara para decorar soportes de madera, latón, zinc, metacrilato,cerámica, porcelana, papel, vidrio, etc. Otra posibilidad es hacer un dibujo para ponerlo con un cristal encima en una bandeja , o en la tapa de una caja, en un portallaves, un costurero, etc.

Los niños pueden hacer trabajos con arenas si se les da el dibujo precortado, como en los kits que se venden para ellos, o si hacemos trabajos de otro tipo en los que no haya que cortar.