Después de un largo día de oficina, tras un atasco al ir y otro al volver, sin poder irte de vacaciones, extrañamente llegas a tu casa con una sonrisa de oreja a oreja; te dispones a esconderte de todo en tu lugar favorito: tu habitación para el ocio.
Debido al panorama inmobiliario actual, son pocos los afortunados a los que les sobra una habitación en casa. Si perteneces a este selecto grupo estás de enhorabuena, pues vamos a ver a qué puedes dedicar esta sala: home cinema, equipo estéreo, rincón de lectura, un pequeño gimnasio… ¿No suena mal, verdad?
Antes de que empieces a meter cosas como loco en tu rincón de ocio tendrás que decidir previamente algunas cuestiones. En primer lugar, has de saber para cuántas personas estará destinada la estancia, pues esto variará el mobiliario. Asimismo deberás elegir las aficiones quieres introducir para diseñar mejor la distribución del lugar.
Tu propio trono
Si únicamente vas a ser tú el ocupante te puede bastar con un buen sillón individual. Aquellos que proporcionan masajes son cada día más populares, aunque también más caros. Su precio puede sobrepasar los 1.000 € sin problemas, aunque puedes encontrar versiones más económicas alrededor de los 300 €.
También puedes usarlo como un sitio donde disfrutar de tus libros favoritos. Para ello deberás asegurarte de que tenga una iluminación idónea, tanto natural como artificial. Esto hará aún más cómoda la lectura y te evitará sufrir posibles problemas de visión si eres un lector empedernido. Una lámpara de pie te valdrá perfectamente para este propósito.
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